» «

Accesos directos


Inicio Entrada Saludo Gloria 1a Lect Salmo 2a Lect Evangelio Homilia Credo Orac. Univ. Ofrendas Prefacio Santo Padre Nuestro Comunión Avisos Salida

 

Plegarias Eucarísticas


I II III IV V/a

Original

 

Misa


Completa Base

 

 

+ -

II Domingo de Pascua

De la Misericordia

16 de abril de 2023
II Domingo de Pascua
MONICIÓN DE ENTRADA
La alegría que pregonan las campanas, los aleluyas que resuenan en el templo son un signo claro del gran gozo de este bendito día de Pascua. Nosotros somos bienaventurados, pues hemos alcanzado la vida nueva que Jesús resucitado nos transmite por su Espíritu. Hoy es el día dedicado a la Divina Misericordia y este es el don que recibimos de Cristo resucitado. Señor, aunque no te vemos con los ojos de la carne, nuestra ardiente profesión de fe es la del Apóstol Tomás ¡Creemos en ti, Señor nuestro y Dios nuestro! Puestos de pie entonemos con alegría la antífona y el canto de entrada.
RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA 4 Esd 2. 36-37
Abran el corazón con alegría, y den gracias a Dios, que los ha llamado al Reino de los cielos. Aleluya.
Canto de entrada

En el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
SALUDO
Que la presencia salvadora de Jesús resucitado, que vive entre nosotros, nos anime en este tiempo pascual y permanezca con ustedes.
Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.
(Silencio)

Tú que al resucitar has renovado todas las cosas:

Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Tú que nos llamas a transformar el mundo:

Cristo, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Tú que harás participar a todo el universo:

Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Amén

GLORIA

ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén
Tomen asiento daremos inicio a la:
LITURGIA DE LA PALABRA
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Escucharemos a continuación algunas características de las primeras comunidades cristianas, estas primitivas comunidades giran en torno a la enseñanza de los apóstoles, eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, la vida en común, compartiendo sus bienes. La fracción de pan, es decir, la Eucaristía que une en oración a la comunidad. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 42-47

En los primeros días de la Iglesia, todos los que habían sido bautizados eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la comunión fraterna, en la fracción del pan y en las oraciones. Toda la gente estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén.

Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuido entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de salvarse.

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.

MONICIÓN AL SALMO
Con el salmo nos unimos al gozo de la Iglesia ante el misterio de la Resurrección: es el día que da el verdadero sentido a toda la historia de salvación.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117
La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna".
Diga la casa de Aarón: "Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Señor: "Su misericordia es eterna".

La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

Querían a empujones derribarme,
pero Dios me ayudó.
El Señor es mi fuerza y mi alegría,
en el Señor está mi salvación

La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

La piedra Que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
es un milagro patente.
Éste es el día del triunfo del Señor,
día de júbilo y de gozo.

La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
San Pedro nos presenta un hermoso himno de alabanza. Cristo ha resucitado y esto para nosotros significa un nuevo nacimiento y una nueva esperanza en un mundo mejor, una vida nueva que no puede corromperse ni mancharse. Pongan mucha atención.
SEGUNDA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pedro 1, 3-9

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.

Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego. A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.

MONICIÓN AL EVANGELIO
El Evangelio de hoy relata dos apariciones a los discípulos. Estas apariciones se escribieron para los cristianos de la segunda generación y las sucesivas generaciones en la historia, o sea, nosotros, para que creamos que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengamos vida en su nombre. Antes de proclamar la Buena Nueva de hoy cantemos con entusiasmo el Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
Aleluya, Aleluya
Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor.
Aleluya, Aleluya
EVANGELIO
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.

Del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31
Gloria a ti, Señor.

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo:

"La paz esté con ustedes".

Dicho esto, les mostró las manos y el costado.
Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús:

"La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo".

Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo:

"Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían:

"Hemos visto al Señor".

Pero él les contestó:

"Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré".

Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo:

"La paz esté con ustedes".

Luego le dijo a Tomás:

"Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree".

Tomás le respondió:

"¡Señor mío y Dios mío!".

Jesús añadió:

"Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto".

Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Tomen asiento
HOMILÍA
¡Dichosos los que creen sin haber visto!

Hermanos, queridos en Cristo nuestro Señor: a medida que avanzamos en este tiempo privilegiado de la Pascua, vamos sumergiéndonos en la meditación y contemplación del Amor que se nos ha manifestado en el acontecimiento pascual.

El misterio de Pascua nos sobrepasa sobre manera. Pero, no nos desanimemos. La vida no alcanza para contemplar el Amor de Dios que se nos ha hecho presente en la celebración que se prolonga por siete semanas y que culmina con la fiesta de la venida del Espíritu Santo, Pentecostés.

Si nos detenemos a observar las actitudes de los apóstoles ante las apariciones de Jesús, notaremos que, a pesar de que fueron advertidos por Él sobre lo que iba a sucederle en el desenlace de su vida mortal, no lograron entenderlo. Al contrario, unos se desaniman: los discípulos de Emaús; otro, Tomás, exige pruebas, es decir, su escepticismo es más fuerte que disponibilidad para dejarse envolver en el misterio, en generoso compromiso ante el misterio, se mantiene en su comprensión muy pobre atado en su ignorancia que no se atreve a superar, no sabemos si por soberbia o por desidia.

Pero en el fondo, pienso mis hermanos, hay frivolidad y falta de compromiso. Ya veremos, Más adelante, concretamente en la fiesta de su Ascensión, que todos los apóstoles se aferran todavía a sus falsas esperanzas al expresar su necedad en la pregunta que le hacen: ¿ahora sí vas a colocar a Israel por encima todos los pueblos? Parece que no entendieron nada.

Hermanos, nosotros, después de veinte siglos de su presencia entre nosotros, que es lo que llevamos como Iglesia, viviendo con este misterio en el centro de nuestra fe, tampoco lo comprendemos cabalmente de tal manera que le diera sustento a la observancia de sus mandatos. Si no los traducimos en actitudes nuevas, valientemente frente a las insinuaciones del mundo y perseverantes, es como si estuviéramos en la misma actitud de ellos. Pero nosotros tenemos mayor responsabilidad que ellos porque tenemos un gran número de hermanos en la fe que, a lo largo de estos veinte siglos, nos han iluminado con su vida y de las reflexiones que nos han legado.

Pero ya desde ese mismo momento, tenemos a las mujeres que sí creen y hasta se convierten en pregoneras de la Resurrección del Señor ante sus hermanos los apóstoles. Ninguna de ellas expresa duda alguna ni escepticismo sino fe, amor y sentimientos de confianza y entrega a Jesús. Son nuestro modelo a seguir sin más: las llamadas María, que son tres y otras cuyos nombres no conocemos. Siempre habrá hermanos que nos sirven de apoyo a nuestra débil fe. Por eso celebramos nuestra fe en comunidad, pues junto a nosotros siempre hay quienes profesan una e más madura.

Cristo resucitado trasciende todas nuestras expectativas. Será necesario seguir trabajando con humildad y perseverancia en la comprensión y, sobre todo, en poner en práctica diariamente nuestra esperanza. Superemos esa actitud de pensar que lo sabemos todo. Mientras no lo hagamos vida, tenemos que pedirlo en la oración y en el estudio. María de Nazareth nos ayuda con su testimonio generoso en el crecimiento de la fe.

Cristo resucitó y está vivo entre nosotros. ¡Aleluya!

Nos ponemos de pie
Credo de los Apostoles
CREDO DE LOS APOSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo
su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén

PLEGARIA UNIVERSAL

Hermanos y hermanas, Tomás representa la figura de aquel que no ha visto ni oído, a quienes somos incapaces de percibir la nueva vida que brota del Amor que se ha entregado. Oremos a una voz:

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído.

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído.

• Que la lucha en favor de la vida, de los derechos de los más desfavorecidos, de la justicia, de la igualdad entre hombres y mujeres, de la paz, sean las señas de identidad de la Iglesia.

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído

• Que los creyentes seamos capaces de descubrir la presencia del Resucitado en los olvidados de este mundo, en los excluidos de la sociedad de bienestar, en los que sufren la violencia y la pobreza.

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído

• Que seamos hombres y mujeres de fe viva, adulta, despierta. Hombres y mujeres reconfigurados por la vida, muerte y resurrección de Jesús.

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído

• Que nuestra presencia y nuestro testimonio de vida proclamen la Buena Noticia, un nuevo mundo donde cada persona sea importante, valiosa, respetada y amada.

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído

• Que seamos próximos de cuantos sufren en su cuerpo a causa de la enfermedad, la violencia de género, que descubramos en sus heridas el grito de la humanidad doliente.

Queremos ser signo de lo que hemos visto y oído

Padre Madre buena, que nuestras comunidades de fe y nosotros, hombres y mujeres creyentes, demos testimonio de la Vida que hemos conocido y recibido de Jesús de Nazaret. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

ORACION POR LAS VOCACIONES

Oh, Jesús,
Pastor eterno de las almas,
dígnate mirar
con ojos de misericordia
a esta porción de tu grey amada.
Señor, gemimos en la orfandad,
danos vocaciones,
danos sacerdotes y religiosos santos.
Te lo pedimos por la Inmaculada
Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.
Oh Jesús, danos sacerdotes y religiosos
según tu corazón. Amén.

Pueden sentarse, ahora iniciamos la:
LITURGIA EUCARÍSTICA
MONICIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La mejor ofrenda al Padre es una fe viva y llena de buenas obras. Que estos dones de pan y vino que presentamos sean símbolo de nuestro deseo de servir a Dios y al prójimo con una entrega desinteresada.
CANTO DE OFRENDAS

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.

Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; Él será para nosotros bebida de salvación.

Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.

Lava del todo mi delito. Señor, y limpia mi pecado.

De pie

Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios

Es justo y necesario

PREFACIO: El Dios de Jesús

Nos sale del corazón bendecir tu nombre, Padre santo, y mostrarte nuestro sincero agradecimiento. Aunque apenas somos capaces de vislumbrar tu sombra, te sentimos como un Dios cercano, bueno y comprensivo.

Muchos de nosotros te hemos respetado desde la infancia, pero queremos que esta fe en Ti crezca y madure y nos siga acompañando de por vida.

Confesamos que eres el Dios bueno de toda la humanidad, el Padre de todos los humanos, creyentes y no creyentes.

Quieres a todos tus hijos de la misma manera y no guardas preferencia con ninguna religión ni cultura. Unimos nuestras voces a todos los hermanos para entonar en tu honor este canto de alabanza.

SANTO

Realmente es justo que te demos gracias, Padre santo, porque has dejado tu huella en la persona de Jesús y, a través de su vida, te has revelado a la humanidad.

Hemos oído su voz, que nos llega como eco de tu palabra, y nos hemos sentido llamados a seguir sus pasos. Nos ha mostrado el camino para ser plenamente humanos.

Y nos ha dicho que la única forma de agradecerte tu amor es preocupándonos y ocupándonos de los más pobres, que no podemos quererte sino sirviendo a los hermanos, que es inútil decirte 'Señor, Señor', sin perdonarnos antes.

Confiamos en la palabra de Jesús, creemos en su mensaje, esa es nuestra fe, nuestra vocación de seguidores suyos. Jesús ha recorrido ya el camino, ha ido en primera línea, y nos ha hecho partícipes de su personal experiencia.

Infúndenos, Padre bueno, tu Espíritu para que nos transforme por dentro y nos revolucione y seamos consecuentes con la fe que te profesamos.

Consagración del Pan y el Vino

Te suplicamos que santifiques, por la acción de tu mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios.

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo:

Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados.

Hagan esto en conmemoración mía.

Aclamemos el Misterio de la redención.

Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

Gracias por inspirarnos confianza y esperanza en Ti. Nos sentimos verdaderamente afortunados de formar parte de los seguidores de Jesús, inspirados por el testimonio de María la Virgen Madre del Señor, de San José su esposo, de los santos y mártires a lo largo de la historia. Pero sabemos, Padre Dios, que nos toca imitarles y poner al servicio de los demás todo lo que somos.

Deseamos que la Iglesia, que formamos todos los cristianos, con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Carlos y con todos los Obispos sacerdotes y diáconos, sea la primera en irradiar el estilo de vida de Jesús y demos ejemplo de austeridad y entrega ante el mundo. Ayúdanos a ser testigos del amor que nos tienes.

Acuérdate, Padre, de todos nuestros hermanos difuntos, acógelos en la paz de tu regazo. Como Jesús nos enseñó, unidos estrechamente a él y con la fuerza de tu Espíritu. Queremos invocar tu nombre santo y rendirte un sincero homenaje ahora y siempre.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
RITO DE COMUNIÓN

Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:

Padre Nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Padre, líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de todo conflicto, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.
Como hijos de Dios, intercambiemos ahora un signo de comunión fraterna.
CORDERO

El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo,diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal.

Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastará para sanarme.
MOTIVACIÓN A LA ANTÍFONA DE COMUNIÓN

Para compartir el pan con nuestros hermanos acerquémonos a comulgar, pero antes a una voz digamos la Antífona de la Comunión.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 20, 27

Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los agujeros que dejaron los clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.

Pueden sentarse
CANTO DE COMUNIÓN


 


 


 


 


 

Avisos Parroquiales
AVISOS PARROQUIALES
De pie
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestra vida.

Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

El Señor esté con ustedes

Y con tu espíritu

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.

Amén

MOTIVACIÓN A LA SALIDA

¡Vayamos a proclamar nuestra fe en Jesucristo, vivo y presente entre nosotros!

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.

Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

CANTO DE SALIDA

Av. Dos #64 Col. San Pedro de los Pinos Del. Benito Juárez C.P. 03800 Tel. (55) 1054-1085 | (55) 1054-1086

© Copyright 2024. Todos los derechos reservados.
Proyecto realizado por